Parábola de los invitados a las bodas según San Mateo

Mateo22 › 1 – 14

221Jesús les habló de nuevo con parábolas y dijo:

2—El Reino de los Cielos es como un rey que celebró las bodas de su hijo, 3y envió a sus siervos a llamar a los invitados a las bodas; pero éstos no querían acudir. 4Nuevamente envió a otros siervos diciéndoles: «Decid a los invitados: mirad que tengo preparado ya mi banquete, se ha hecho la matanza de mis terneros y mis reses cebadas, y todo está a punto; venid a las bodas». 5Pero ellos, sin hacer caso, se marcharon: quien a su campo, quien a su negocio. 6Los demás echaron mano a los siervos, los maltrataron y los mataron. 7El rey se encolerizó, y envió a sus tropas a acabar con aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. 8Luego les dijo a sus siervos: «Las bodas están preparadas pero los invitados no eran dignos. 9Así que marchad a los cruces de los caminos y llamad a las bodas a cuantos encontréis». 10Los siervos salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos; y se llenó de comensales la sala de bodas. 11Entró el rey para ver a los comensales, y se fijó en un hombre que no vestía traje de boda; 12y le dijo: «Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin llevar traje de boda?» Pero él se calló. 13Entonces el rey les dijo a los servidores: «Atadlo de pies y manos y echadlo a las tinieblas de afuera; allí habrá llanto y rechinar de dientes». 14Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos.

Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)

Volver arriba