18Los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno; y vinieron a decirle:
—¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan y, en cambio, tus discípulos no ayunan?
19Jesús les respondió:
—¿Acaso pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Durante el tiempo en que tienen al esposo con ellos no pueden ayunar. 20Ya vendrán días en que les será arrebatado el esposo; entonces, en aquel día, ya ayunarán.
21»Nadie cose un remiendo de paño nuevo a un vestido viejo; porque entonces lo añadido tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se produce un desgarrón peor. 22Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos; porque entonces el vino hace reventar los odres, y se pierden el vino y los odres. Para vino nuevo, odres nuevos.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)