101Saliendo de allí llegó a la región de Judea, al otro lado del Jordán, y de nuevo se congregó ante él la multitud. Y, como era también su costumbre, se puso a enseñarles. 2Se acercaron entonces unos fariseos que le preguntaban, para tentarle, si le es lícito al marido repudiar a su mujer. 3Él les respondió:
—¿Qué os mandó Moisés?
4—Moisés permitió darle escrito el libelo de repudio y despedirla —dijeron ellos.
5Pero Jesús les dijo:
—Por la dureza de vuestro corazón os escribió este precepto. 6 Pero en el principio de la creación los hizo hombre y mujer.7Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, 8y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. 9Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
10Una vez en la casa, sus discípulos volvieron a preguntarle sobre esto.
11Y les dijo:
—Cualquiera que repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; 12y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)