Matrimonio y virginidad según San Mateo

Mateo19 › 1 – 12

191Cuando terminó Jesús estos discursos, partió de Galilea y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán. 2Y le siguieron grandes multitudes, y allí les curó. 3Se acercaron entonces a él unos fariseos y le preguntaron para tentarle:

—¿Le es lícito a un hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?

4Él respondió:

—¿No habéis leído que al principio el Creador los hizo hombre y mujer, 5y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne? 6De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

7Ellos le replicaron:

—¿Por qué entonces Moisés mandó dar el libelo de repudio y despedirla?

8Él les respondió:

—Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres a causa de la dureza de vuestro corazón; pero al principio no fue así. 9Sin embargo, yo os digo: cualquiera que repudie a su mujer —a no ser por fornicación— y se case con otra, comete adulterio.

10Le dicen los discípulos:

—Si esa es la condición del hombre con respecto a su mujer, no trae cuenta casarse.

11—No todos son capaces de entender esta doctrina —les respondió él—, sino aquellos a quienes se les ha concedido. 12En efecto, hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre; también hay eunucos que han quedado así por obra de los hombres; y los hay que se han hecho eunucos a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien sea capaz de entender, que entienda.

Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)

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