30Salieron de allí y atravesaron Galilea. Y no quería que nadie lo supiese, 31porque iba instruyendo a sus discípulos. Y les decía:
—El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán, y después de muerto resucitará a los tres días.
32Pero ellos no entendían sus palabras y temían preguntarle.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)