39Le respondieron:
—Nuestro padre es Abrahán.
—Si fueseis hijos de Abrahán —les dijo Jesús— haríais las obras de Abrahán. 40Pero ahora queréis matarme, a mí, que os he dicho la verdad que oí de Dios; Abrahán no hizo esto. 41Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.
Le respondieron:
—Nosotros no hemos nacido de fornicación, tenemos un solo padre, que es Dios.
42—Si Dios fuese vuestro padre, me amaríais —les dijo Jesús—; pues yo he salido de Dios y he venido aquí. Yo no he salido de mí mismo sino que Él me ha enviado. 43¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra. 44Vosotros tenéis por padre al diablo y queréis cumplir las apetencias de vuestro padre; él era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla la mentira, de lo suyo habla, porque es mentiroso y el padre de la mentira. 45Sin embargo, a mí, que digo la verdad, no me creéis. 46¿Quién de vosotros podrá acusarme de que he pecado? Si digo la verdad, ¿por qué no me creéis? 47El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios.
48Los judíos le respondieron:
—¿No tenemos razón cuando decimos que tú eres samaritano y estás endemoniado?
49Jesús respondió:
—Yo no estoy endemoniado, sino que honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis a mí. 50Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzga. 51En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi palabra jamás verá la muerte.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)