241El día siguiente al sábado, todavía muy de mañana, llegaron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado; 2y se encontraron con que la piedra había sido removida del sepulcro. 3Pero al entrar, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. 4Estaban desconcertadas por este motivo, cuando se les presentaron dos varones con vestidura refulgente. 5Como estaban llenas de temor y con los rostros inclinados hacia tierra, ellos les dijeron:
—¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? 6No está aquí, sino que ha resucitado; recordad cómo os habló cuando aún estaba en Galilea 7diciendo que convenía que el Hijo del Hombre fuera entregado en manos de hombres pecadores, y fuera crucificado y resucitase al tercer día.
8Entonces ellas se acordaron de sus palabras. 9Y al regresar del sepulcro anunciaron todo esto a los once y a todos los demás. 10Eran María Magdalena, Juana y María la de Santiago; también las otras que estaban con ellas contaban estas cosas a los apóstoles. 11Y les pareció como un desvarío lo que contaban, y no les creían. 12Pedro, no obstante, se levantó y echó a correr hacia el sepulcro; y al inclinarse vio sólo los lienzos. Entonces se marchó a casa, admirándose de lo ocurrido.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)