7Le preguntaron:
—Maestro, ¿cuándo ocurrirán estas cosas y cuál será la señal de que están a punto de suceder?
8Él dijo:
—Mirad, no os dejéis engañar; porque vendrán en mi nombre muchos diciendo: «Yo soy», y «el momento está próximo». No les sigáis. 9Cuando oigáis hablar de guerras y de revoluciones, no os aterréis, porque es necesario que sucedan primero estas cosas. Pero el fin no es inmediato.
10Entonces les decía:
—Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino; 11habrá grandes terremotos y hambre y peste en diversos lugares; habrá cosas aterradoras y grandes señales en el cielo. 12Pero antes de todas estas cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: 13esto os sucederá para dar testimonio. 14Así pues, convenceos de que no debéis tener preparado de antemano cómo os vais a defender; 15porque yo os daré palabras y sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. 16Seréis entregados incluso por padres y hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, 17y todos os odiarán a causa de mi nombre. 18Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. 19Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)