14Entonces se le acercaron los discípulos de Juan para decirle:
—¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos con frecuencia y, en cambio, tus discípulos no ayunan?
15Jesús les respondió:
—¿Acaso pueden estar de duelo los amigos del esposo mientras el esposo está con ellos? Ya vendrá el día en que les será arrebatado el esposo; entonces, ya ayunarán.
16»Nadie pone un remiendo de paño nuevo a un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido y se produce un desgarrón peor. 17Ni se echa vino nuevo en odres viejos; porque entonces los odres revientan, y el vino se derrama, y los odres se pierden. El vino nuevo lo echan en odres nuevos y así los dos se conservan.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)