53Acabaron la travesía hasta la costa, llegaron a Genesaret y atracaron. 54Cuando bajaron de la barca, enseguida lo reconocieron. 55Y recorrían toda aquella región, y adonde oían que estaba él le traían sobre las camillas a todos los que se sentían mal. 56Y en cualquier lugar que entraba, en pueblos o en ciudades o en aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas, y le suplicaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)