Embajada de San Juan Bautista según San Lucas

Lucas7 › 18 – 30

18Informaron a Juan sus discípulos de todas estas cosas. 19Y Juan llamó a dos de ellos, y los envió al Señor a preguntarle:

—¿Eres tú el que va a venir o esperamos a otro?

20Cuando aquellos hombres se presentaron ante él le dijeron:

—Juan el Bautista nos ha enviado a ti a preguntarte: «¿Eres tú el que va a venir o esperamos a otro?».

21En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades, de dolencias y de malos espíritus y dio la vista a muchos ciegos. 22Y les respondió:

—Id y anunciadle a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. 23Y bienaventurado el que no se escandalice de mí.

24Cuando los enviados de Juan se marcharon, se puso a hablar de Juan a la multitud:

—¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 25Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre vestido con finos ropajes? Daos cuenta de que los que visten con lujo y viven entre placeres están en palacios de reyes. 26Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os lo aseguro, y más que un profeta. 27Éste es de quien está escrito:

Mira que envío a mi mensajero delante de ti,

para que vaya preparándote el camino.

28»Os digo que entre los nacidos de mujer nadie hay mayor que Juan; pero el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él.

29»Y todo el pueblo —incluso los publicanos— le escuchó y reconoció la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan. 30Pero los fariseos y los doctores de la Ley rechazaron el plan de Dios sobre ellos al no querer ser bautizados por él.

Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)

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