111Al acercarse a Jerusalén, a Betfagé y Betania, junto al Monte de los Olivos, envió a dos de sus discípulos 2y les dijo:
—Id a la aldea que tenéis enfrente y nada más entrar en ella encontraréis un borrico atado, en el que todavía no ha montado nadie; desatadlo y traedlo. 3Y si alguien os dice: «¿Por qué hacéis eso?», respondedle: «El Señor lo necesita y enseguida lo devolverá aquí».
4Se marcharon y encontraron un borrico atado junto a una puerta, fuera, en un cruce de caminos, y lo desataron. 5Algunos de los que estaban allí les decían:
—¿Qué hacéis desatando el borrico?
6Ellos les respondieron como Jesús les había dicho, y se lo permitieron. 7Entonces llevaron el borrico a Jesús, echaron encima sus mantos, y se montó sobre él. 8Muchos extendieron sus mantos en el camino, otros el ramaje que cortaban de los campos. 9Los que iban delante y los que seguían detrás gritaban:
—¡Hosanna!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
10¡Bendito el Reino que viene,
el de nuestro padre David!
¡Hosanna en las alturas!
11Y entró en Jerusalén en el Templo; y después de observar todo atentamente, como ya era hora tardía, salió para Betania con los doce.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)