141Un sábado, entró él a comer en casa de uno de los principales fariseos y ellos le estaban observando. 2Y resultó que delante de él había un hombre hidrópico. 3Y tomando la palabra, les dijo Jesús a los doctores de la Ley y a los fariseos:
—¿Es lícito curar en sábado o no?
4Pero ellos callaron. Y tomándolo, lo curó y lo despidió.
5Y les dijo:
—¿Quién de vosotros, si se le cae al pozo un hijo o un buey, no lo saca enseguida un día de sábado?
6Y no pudieron responderle a esto.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)