11Salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole, para tentarle, una señal del cielo. 12Suspirando desde lo más íntimo, dijo:
—¿Por qué esta generación pide una señal? En verdad os digo que a esta generación no se le dará ninguna señal.
13Y dejándolos, subió de nuevo a la barca y se marchó a la otra orilla.
14Se olvidaron de llevar panes y no tenían consigo en la barca más que un pan. 15Y les advertía diciendo:
—Estad alerta y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.
16Y ellos comentaban unos con otros que no tenían pan. 17Al darse cuenta Jesús, les dice:
—¿Por qué vais comentando que no tenéis pan? ¿Todavía no entendéis ni comprendéis? ¿Tenéis endurecido el corazón? 18¿Tenéis ojos y no veis; tenéis oídos y no oís? ¿No os acordáis 19de cuántos cestos llenos de trozos recogisteis, cuando partí los cinco panes para cinco mil?
—Doce —le respondieron.
20—Y cuando los siete panes para los cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?
—Siete —le contestaron.
21Y les decía:
—¿Todavía no comprendéis?
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)