7Les proponía a los invitados una parábola, al notar cómo iban eligiendo los primeros puestos:
8—Cuando alguien te invite a una boda, no vayas a ponerte en el primer puesto, no sea que otro más distinguido que tú haya sido invitado por él 9y, al llegar el que os invitó a ti y al otro, te diga: «Cédele el sitio a éste», y entonces empieces a buscar, lleno de vergüenza, el último lugar. 10Al contrario, cuando te inviten, ve a ocupar el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó te diga: «Amigo, sube más arriba». Entonces quedarás muy honrado ante todos los comensales. 11Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)