Parábolas de la semilla y del grano de mostaza según San Marcos

Marcos4 › 26 – 32

26Y decía:

—El Reino de Dios viene a ser como un hombre que echa la semilla sobre la tierra, 27y, duerma o vele noche y día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. 28Porque la tierra produce fruto ella sola: primero hierba, después espiga y por fin trigo maduro en la espiga. 29Y en cuanto está a punto el fruto, enseguida mete la hoz, porque ha llegado la siega.

30Y decía:

—¿A qué se parecerá el Reino de Dios?, o ¿con qué parábola lo compararemos? 31Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; 32pero, una vez sembrado, crece y llega a hacerse mayor que todas las hortalizas, y echa ramas grandes, hasta el punto de que los pájaros del cielo pueden anidar bajo su sombra.

Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)

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