42Cuando se hizo de día, salió hacia un lugar solitario, y la multitud le buscaba. Llegaron hasta él, e intentaban detenerlo para que no se alejara de ellos. 43Pero él les dijo:
—Es necesario que yo anuncie también a otras ciudades el Evangelio del Reino de Dios, porque para esto he sido enviado.
44E iba predicando por las sinagogas de Judea.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)