41Entonces fue conducido Jesús al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. 2Después de haber ayunado cuarenta días con cuarenta noches, sintió hambre. 3Y acercándose el tentador le dijo:
—Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.
4Él respondió:
—Escrito está:
No sólo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que procede
de la boca de Dios.
5Luego, el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso sobre el pináculo del Templo. 6Y le dijo:
—Si eres Hijo de Dios, arrójate abajo. Pues escrito está:
Dará órdenes a sus ángeles sobre ti,
para que te lleven en sus manos,
no sea que tropiece tu pie contra alguna piedra.
7Y le respondió Jesús:
—Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.
8De nuevo lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, 9y le dijo:
—Todas estas cosas te daré si postrándote me adoras.
10Entonces le respondió Jesús:
—Apártate, Satanás, pues escrito está:
Al Señor tu Dios adorarás
y solamente a Él darás culto.
11Entonces le dejó el diablo, y los ángeles vinieron y le servían.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)