61Después de esto partió Jesús a la otra orilla del mar de Galilea, el de Tiberíades. 2Le seguía una gran muchedumbre porque veían los signos que hacía con los enfermos. 3Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. 4Pronto iba a ser la Pascua, la fiesta de los judíos.
5Jesús, al levantar la mirada y ver que venía hacia él una gran muchedumbre, le dijo a Felipe:
—¿Dónde vamos a comprar pan para que coman éstos? 6—lo decía para probarle, pues él sabía lo que iba a hacer.
7Felipe le respondió:
—Doscientos denarios de pan no bastan ni para que cada uno coma un poco.
8Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo:
9—Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero, ¿qué es esto para tantos?
10Jesús dijo:
—Mandad a la gente que se siente —había en aquel lugar hierba abundante.
Y se sentaron un total de unos cinco mil hombres. 11Jesús tomó los panes y, después de dar gracias, los repartió a los que estaban sentados, e igualmente les dio cuantos peces quisieron.
12Cuando quedaron saciados, les dijo a sus discípulos:
—Recoged los trozos que han sobrado para que no se pierda nada.
13Y los recogieron, y llenaron doce cestos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.
14Aquellos hombres, viendo el signo que Jesús había hecho, decían:
—Éste es verdaderamente el Profeta que viene al mundo.
15Jesús, conociendo que estaban dispuestos a llevárselo para hacerle rey, se retiró otra vez al monte él solo.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)