121Jesús, seis días antes de la Pascua, marchó a Betania, donde estaba Lázaro, al que Jesús había resucitado de entre los muertos. 2Allí le prepararon una cena. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él.
3María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume. 4Dijo Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que le iba a entregar:
5—¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?
6Pero esto lo dijo no porque él se preocupara de los pobres, sino porque era ladrón y, como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. 7Entonces dijo Jesús:
—Dejadle que lo emplee para el día de mi sepultura, 8porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis.
9Una gran multitud de judíos se enteró de que estaba allí, y fueron no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. 10Y los príncipes de los sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro, 11porque muchos, por su causa, se apartaban de los judíos y creían en Jesús.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)