171Seis días después, Jesús se llevó con él a Pedro, a Santiago y a Juan su hermano, y los condujo a un monte alto, a ellos solos. 2Y se transfiguró ante ellos, de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la luz. 3En esto, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con él. 4Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús:
—Señor, qué bien estamos aquí; si quieres haré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5Todavía estaba hablando, cuando una nube de luz los cubrió y una voz desde la nube dijo:
—Éste es mi Hijo, el Amado, en quien me he complacido: escuchadle.
6Los discípulos al oírlo cayeron de bruces llenos de temor. 7Entonces se acercó Jesús y los tocó y les dijo:
—Levantaos y no tengáis miedo.
8Al alzar sus ojos no vieron a nadie: sólo a Jesús. 9Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó:
—No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.
10Sus discípulos le preguntaron:
—¿Por qué entonces dicen los escribas que Elías debe venir primero?
11Él les respondió:
—Elías ciertamente vendrá y restablecerá todas las cosas. 12Pero yo os digo que Elías ya ha venido y no lo han reconocido, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del Hombre va a padecer a manos de ellos.
13Entonces comprendieron los discípulos que les hablaba de Juan el Bautista.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)