31Tomando consigo a los doce, les dijo:
—Mirad, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que han sido escritas por medio de los Profetas acerca del Hijo del Hombre: 32será entregado a los gentiles y se burlarán de él, será insultado y escupido, 33y, después de azotarlo, lo matarán, y al tercer día resucitará.
34Pero ellos no comprendieron nada de esto: era éste un lenguaje que les resultaba incomprensible, y no entendían las cosas que decía.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)