Censuras a escribas y fariseos según San Mateo

Mateo23 › 1 – 36

231Entonces Jesús habló a las multitudes y a sus discípulos 2diciendo:

—En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. 3Haced y cumplid todo cuanto os digan; pero no obréis como ellos, pues dicen pero no hacen. 4Atan cargas pesadas e insoportables y las echan sobre los hombros de los demás, pero ellos ni con uno de sus dedos quieren moverlas. 5Hacen todas sus obras para que les vean los hombres. Ensanchan sus filacterias y alargan sus franjas. 6Anhelan los primeros puestos en los banquetes, los primeros asientos en las sinagogas 7y que les saluden en las plazas, y que la gente les llame rabbí. 8Vosotros, al contrario, no os hagáis llamar rabbí, porque sólo uno es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. 9No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque sólo uno es vuestro Padre, el celestial. 10Tampoco os dejéis llamar doctores, porque vuestro doctor es uno sólo: Cristo. 11Que el mayor entre vosotros sea vuestro servidor. 12El que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.

13»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis el Reino de los Cielos a los hombres! Porque ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que quieren entra.  (14)

15»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que vais dando vueltas por mar y tierra para hacer un solo prosélito y, en cuanto lo conseguís, le hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros!

16»¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: «Jurar por el Templo no es nada; pero si uno jura por el oro del Templo, queda obligado!» 17¡Necios y ciegos! ¿Qué es más: el oro o el Templo que santifica al oro? 18Y: «Jurar por el altar no es nada; pero si uno jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado». 19¡Ciegos! ¿Qué es más: la ofrenda o el altar que santifica la ofrenda? 20Por tanto, quien ha jurado por el altar, jura por él y por todo lo que hay sobre él. 21Y quien ha jurado por el Templo, jura por él y por Aquel que en él habita. 22Y quien ha jurado por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que en él está sentado.

23»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, pero habéis abandonado lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que hacer esto sin abandonar lo otro. 24¡Guías ciegos, que coláis un mosquito y os tragáis un camello!

25»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro quedan llenos de rapiña y de inmundicia! 26Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro de la copa, para que llegue a estar limpio también lo de fuera.

27»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a sepulcros blanqueados, que por fuera aparecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda podredumbre! 28Así también vosotros por fuera os mostráis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

29»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis las tumbas de los profetas y adornáis los sepulcros de los justos, 30y decís: «Si hubiéramos vivido en tiempos de nuestros padres, no habríamos sido sus cómplices en la sangre de los profetas!». 31Así pues, atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas. 32Y vosotros, colmad la medida de vuestros padres.

33»¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo podréis escapar de la condenación del infierno? 34Por eso, mirad: os voy a enviar profetas, sabios y escribas; a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los flagelaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, 35para que caiga sobre vosotros toda la sangre inocente que ha sido derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al que matasteis entre el Templo y el altar. 36En verdad os digo: todo esto caerá sobre esta generación.

Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)

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