48»Yo soy el pan de vida. 49Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron. 50Éste es el pan que baja del cielo, para que si alguien lo come no muera. 51Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come este pan vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.
52Los judíos se pusieron a discutir entre ellos:
—¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
53Jesús les dijo:
—En verdad, en verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. 54El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día. 55Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. 56El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. 57Igual que el Padre que me envió vive y yo vivo por el Padre, así, aquel que me come vivirá por mí. 58Éste es el pan que ha bajado del cielo, no como el que comieron los padres y murieron: quien come este pan vivirá eternamente.
59Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Cafarnaún.
Texto de EUNSA (Universidad de Navarra)